Había vuelto para huir... no para enamorarse.
James Dillon llevaba años dedicándose en cuerpo y alma al hijo que criaba solo. Pero cuando apareció en su vida aquella bella y elegante desconocida, no pudo ignorar la atracción instantánea que surgió entre ellos... ni la felicidad que se reflejaba en los ojos de su hijo cada vez que ella estaba cerca. Siena Capuletti no tenía intención de enamorarse. Pero cuanto más tiempo pasaba con el guapísimo James y con su adorable hijo, más cuenta se daba de que estaba a punto de entregarles su corazón. El problema era que los errores del pasado seguían obsesionándola...