Un bebé era lo último que la enfermera Anya Meeks esperaba encontrarse a resultas del breve escarceo que había tenido en Nochevieja. Después de haber criado a sus tres hermanas pequeñas, no estaba preparada para el compromiso de por vida que exigía tener un hijo, o un marido, por atento y responsable que pareciera.
El atractivo doctor Jack Ryder estaba acostumbrado a que las mujeres del hospital Safe Harbor rivalizaran por llamar su atención. Lástima que la que a él le interesaba estuviera empeñada en evitarlo. Estaba deseando formar una familia, y haría lo que fuera necesario para convencer a Anya de que no entregase en adopción al hijo que habían concebido.
¿Conseguiría convencerla de que el amor no era un accidente?