Boda en Venecia.
Sally Franklin fue a Venecia para encontrarse a sí misma… ¡no para casarse con el enigmático Damiano Ferrone! Sin embargo, ya fuera por la magia de la hermosa ciudad o por la atracción que Damiano ejercía sobre ella, Sally no pudo rechazar su proposición de matrimonio.
Damiano necesitaba la madre perfecta para su hijo y para ello estaba dispuesto a un matrimonio de conveniencia. Pero no tardó en ver a Sally bajo una luz muy distinta y descubrió que había conseguido mucho más de lo que soñaba… ¡una esposa de verdad!